El Nihon Tai-Jitsu es un Arte Marcial de concepción japonesa, cuyos orígenes como arte marcial estructurado, datan del siglo XVI.
El prestigioso maestro Minoru Mochizuki lo trae por primera vez a Europa en 1.951, fecha a partir de la cual empieza su expansión por el continente, de la mano de su discípulo, el francés Jim Alcheik. Tras la muerte de este último, el Maestro Roland Hernaez toma las riendas del Nihon Tai-Jitsu encargándose de su difusión, no sin antes sentar las bases técnicas y desarrollar la estructura metodológica del Nihon Tai-Jitsu actual.
Esto no quiere decir que el Nihon Tai-Jitsu que conocemos ahora difiera grandemente del Tai-Jitsu que se practicaba en el medioevo japonés, sino que sus técnicas se encuentran más estructuradas, se ha enriquecido con nuevas aportaciones y se han creado grupos de técnicas básicas para el aprendizaje y la evolución de los practicantes, alrededor de las cuales giran los conceptos fundamentales del sistema. En definitiva, las técnicas siguen siendo tradicionales, pero en cambio el método de enseñanza es completamente nuevo, lo que permite al practicante una mejor asimilación del programa técnico, al encontrarse éste más adaptado a la mentalidad occidental.
El Nihon Tai-Jitsu es un arte puro de defensa personal que está orientado a obtener la máxima eficacia con el mínimo esfuerzo ante cualquier situación, por eso sus practicantes entrenan todas las distancias de confrontación, desde la larga distancia, donde el uso de puños y piernas es posible, hasta la distancia de contacto o cuerpo a cuerpo, donde puede ser más apropiado el uso de proyecciones, sin descuidar por supuesto, el trabajo de suelo.
Se entrena contra uno o varios adversarios, armados o desarmados. intentando en definitiva, preparar al practicante para que pueda ser capaz de afrontar cualquier situación.
En el Dojo o sala de entrenamiento, se siguen unas normas de conducta y comportamiento que no sólo comienzan y terminan con el saludo al inicio y al final de la clase, sino que subyacen en el espíritu de sus practicantes, conformando lo que para muchos es una forma de vida.
Como Arte Marcial, el Nihon Tai-Jitsu, además de su evidente practicidad, proporciona unos beneficios físicos entre los que se encuentran la elasticidad, flexibilidad, potencia, fuerza, movilidad, coordinación, agilidad y resistencia.
También con su práctica se obtienen unos beneficios mentales ya que incrementa la concentración, la estabilidad emocional y la confianza en sí mismo, favorece la distensión emotiva y nerviosa, canaliza la agresividad y forma el carácter.
Para practicarlo no se necesita ser fuerte, no importa si se es hombre o mujer, no es necesaria una condición física especial y no importa la constitución física de la persona.
El Nihon Tai-Jitsu es un sistema abierto que parte de unas técnicas básicas, que permiten la evolución del practicante hacia técnicas más complejas. Consta de atemis (golpes con diferentes partes del brazo y de la pierna), luxaciones, proyecciones, barridos, estrangulaciones, inmovilizaciones, controles, técnicas de conducción, etc.
Dentro del Nihon Tai-Jitsu el practicante elige la respuesta que más se adapta a sus preferencias, a su capacidad y a sus aptitudes físicas. El entrenamiento de diferentes supuestos de agresión, le darán al taijitsuka la capacidad de confeccionar una respuesta, rápida y eficaz, que podrá ser simple o compleja en función de la situación en que se produzca la agresión. El gran abanico técnico que el Nihon Tai-Jitsu pone en manos de sus practicantes, les dará la oportunidad de salir airosos de un encuentro desafortunado. El aprovechamiento de la máxima energía, el conocimiento de las técnicas de golpeo y su uso como técnicas de apertura y terminación, la utilización de luxaciones, proyecciones y estrangulaciones y el uso de la esquiva al principio de la acción defensiva, son principios que el taijitsuka aplicará con lógica para construir de forma inmediata la acción defensiva.
El practicante es libre para escoger las técnicas que más se adapten a su constitución física o a sus preferencias personales y también es libre para incorporar a su repertorio técnico, todo aquello que considere válido, siempre que se pueda utilizar dentro de los principios fundamentales del sistema. No quiere esto decir que el Nihon Tai-Jitsu sea un sistema ecléctico, sino simplemente, que no limita a sus practicantes sobre las técnicas que debe usar.
La defensa se realiza sin armas, de forma proporcional al ataque sufrido, con el máximo respeto por la vida del adversario y el máximo control en la ejecución de las técnicas, aprovechando los principios de la máxima eficacia y siguiendo unos criterios lógicos que garanticen nuestra propia seguridad en el transcurso de la defensa.
GRUPOS TÉCNICOS
El Nihon Tai-Jitsu se encuentra estructurado en seis grupos: Técnica Fundamental, Kihon, Técnica de Base, Técnica Aplicada, Kata y Randori.
La Técnica Fundamental agrupa a todos aquellos movimientos que el practicante según su nivel, debe conocer. Dentro de este grupo el practicante aprende separadamente formas de saludo, posiciones, esquivas, defensas, formas de golpeo, luxaciones, barridos, proyecciones, inmovilizaciones, controles y estrangulaciones.
El Kihon es un conjunto de quince series de cuatro movimientos cada una donde se trabajan de forma agrupada las técnicas fundamentales del sistema de forma que el practicante va adquiriendo la soltura y la habilidad necesaria para realizar la aplicación práctica de las técnicas estudiadas en el primer grupo, pero de una forma estructurada y preestablecida.
La Técnica de Base esta formada por un conjunto de 24 técnicas, agrupadas en tres grupos de ocho técnicas cada uno. Ante ocho posibles agarres de las manos, el practicante escapa de una forma predeterminada, defendiéndose con un atemi, con una luxación o con una proyección. Estas técnicas sirven como base para el desarrollo del sistema, pues en ellas se encuentran contenidos todos los principios básicos del mismo.
La Técnica Aplicada consiste en el entrenamiento de la defensa ante situaciones de ataque por parte de uno o varios adversarios. Se entrenan todas las situaciones posibles: Intentos de golpeo, agarres (por delante, por detrás y laterales), situaciones de cuerpo a cuerpo, defensa en el suelo, defensa contra armas (palo, cuchillo y pistola) y en general todas aquellas situaciones que se puedan dar por inverosímiles que a veces puedan parecer. El practicante de Nihon Tai-Jitsu aplica una serie de conceptos a la hora de efectuar la defensa, que van destinados a preservar su integridad en todo momento y a facilitar la ejecución de las técnicas a realizar. Así, prefiere siempre que le sea posible, efectuar una esquiva o tai-sabaki ante el ataque del oponente, intentando además que esa esquiva sea por el exterior del ataque, para quedar siempre en la posición más ventajosa. Procura preceder sus técnicas de un atemi llamado preparatorio, que sirva para «distraer», a veces de forma muy dolorosa, la atención del atacante y facilitar de este modo la ejecución de la defensa. El tai-jitsuka procura encadenar varias técnicas, en las que pueden estar incluidas por ejemplo, varios atemis, una luxación, una proyección y un control final con el adversario en el suelo.
Las Katas en Nihon Tai-Jitsu, tienen como misión principal preservar las técnicas a lo largo del tiempo. Existen tres katas básicas que se realizan en solitario, un kata de Kihon, cinco katas fundamentales que se ejecutan con compañero, y tres katas superiores que también se ejecutan por parejas y que son formas tradicionales del Nihon Ju-Jitsu japonés.
Por último el Randori o combate, constituye el método ideal, mediante el cual el practicante comprueba la efectividad de sus técnicas ante ataques imprevistos. Existen diferentes tipos de randori: a dos, a tres, en círculo, con armas y de demostración o preparado. En el randori a dos el practicante se enfrenta a un adversario, mientras que en el randori a tres los oponentes son dos. En el randori en círculo, varios practicantes rodean a otro que es atacado sin descanso por éstos. Normalmente dos de los atacantes van armados. En el randori con armas el practicante realiza defensas contra uno o dos adversarios armados normalmente de palo y cuchillo. Por último el randori preparado es aquel que el practicante realiza con uno o varios compañeros, con el objeto de servir como demostración técnica en exhibiciones o exámenes.
LA COMPETICIÓN EN EL NIHON TAI-JITSU
Dentro del Nihon Tai-Jitsu, no se concibe la competición como en otras Artes Marciales que hoy en día han derivado hacia el deporte. La competición de lucha en la que un practicante se enfrenta abiertamente a otro con el objetivo de vencerlo, está completamente descartada dentro del Nihon Tai-Jitsu, ya que no entra dentro de sus principios utilizar los conocimientos que nos aporta nuestro Arte Marcial para emplearlos como agresor. Por otra parte pensamos que sería imposible realizar este tipo de competición sin limitar las técnicas a aplicar, tal y como ha ocurrido con otras Artes Marciales, ya que el uso de todos los recursos técnicos del Nihon Tai-Jitsu implicaría sin duda la lesión de uno de los competidores. Por este motivo la competición dentro del Nihon Tai-Jitsu se limita a una competición técnica donde los competidores, que se presentan por parejas, realizan un trabajo técnico y coordinado sobre kata, randori preparado y defensa personal.
Para terminar, el Nihon Tai-Jitsu es un arte marcial cuya efectividad está ampliamente probada, no en vano es utilizado en la formación de los agentes de diversos cuerpos policiales, y es ideal para todas aquellas personas que deseen instruirse en la defensa personal, aunque también se puede entrenar simplemente para hacer un poco de ejercicio, como actividad de esparcimiento, para hacer algo «distinto» de los quehaceres cotidianos o porque no, para divertirse y estimular la creatividad técnica, buscando por ejemplo, nuevas salidas ante un ataque o un agarre.